Si has comprado trufas, estás de suerte. Aparte de disfrutar de su sabor y aroma al rayarlas en tus platos, puedes aprovecharlas para aromatizar tus huevos o cualquier alimento sin gastar ni un gramo, simplemente estando en contacto.

Disfrutar del sabor de unos huevos con sabor y aroma a trufa negra está al alcance de nuestras manos siempre y cuando dispongamos en casa de trufas frescas de buena calidad.

El proceso es muy sencillo. Metemos en un recipiente hermético los huevos que vayamos a consumir junto con la trufa fresca, durante al menos 24h dentro de la nevera.

Ya solo queda sacar los huevos del recipiente y freirlos con abundante aceite caliente. Una vez en el plato, y el huevo bien caliente, laminamos o rayamos por encima un poquito de trufa al gusto…y en ese momento,  es cuando disfrutaremos de su aroma tan característico en su máximo expresión.